El otro estilo cada vez más presente en Volvo. De próxima aparición, no pasa desapercibido por la dulzura de líneas, por las bondadosas prestaciones para las escapadas más recónditas.
Algo realmente grande, y los es, no sólo por sus dimensiones. Esta grandeza hace prometer un futuro hermoso a la marca, en cuanto a arte se refiere. Esto no es un coche, es una escultura.
Modelos de décadas anteriores han permitido crear este capricho. Odiado por muchos, amado con frenesí por otros. Su trasera, única, invita a querer tenerlo. Junto al nuevo S80, al amazón, al P-1800, son mis amores sobre ruedas.
El estilo adoptado por Volvo se sigue manteniendo en este divertido diseño, sin dejar de tener la elegancia propia de la marca. La trasera del vehículo, eleva el número de pulsaciones cardiacas. Es sencillamente, "gloria visual"
Sofisticación al máximo. No tiene por qué gustar a todo el mundo, pero el que entre en las líneas de esta maravilla, disfrutará del placer de un coche de diseño distinto a lo que ofrece el mercado. Este es el orgullo de tener un Volvo S 80, el marcar diferencias con otros sentimientos más serenos.